Sabina en el Sarmiento

Dicen, que no fue casual que Sabina encontrara inspiración en el Samiento para su tema tan conocido: "...y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1, las 2 y las 3...". Eso fue una noche fría de mayo esperando el tren durante 45 minutos. Y porqué no con su guitarra a cuestas y un papelucho donde plasmar la inspiración. Claro que después de la media hora de esperar el maldito tren. Nuestro amigo Joaquín, estaba sentado sobre la guitarra, comiéndose un superpancho, de esos feos que venden en la estación, pero que, como dice el dicho: ..."donde hay hambre, no hay pan duro". ¡¡¡ Bienvenido al club !!!. ¡ ¡ Lo increíble !!. Ayer tomé el maldito sarmiento a las 22:15 en Caballito (como todos los lunes), y la verdad, estoy sorprendida (toco madera), porque desde hace 2 semanas, aunque ojo, no se si fue casual, pasa uno a las 22:15, cuando antes, lo único que había después de las 22, era a las 22:35, un bajón. Lo peor del caso, no es esperar, sino ser testigo de como se va amuchando la gente, y empezar a imaginar que pose va adoptar uno para encastrar ahí adentro. Igual, convengamos que, entrar es lo único que cuesta. Adentro hay "gente linda" que, como saben que hace frío afuera y mucho que esperás el tren, buscan contenerte con sus cuerpitos y te aprietan más y más. Vos ya no sabés si agarrar la cartera, la bolsa que llevás, como pararte para no caerte o, si agarrarte "las partes", para que ningún aventurero se atreva a "ponerte" una mano encima. Lo mejor sería agarrar a todos a trompadas por desubicados, Bueh..., mantegamos la calma señores que recién vamos por Villa Luro. En Liniers les cuento como sigue esta odisea.