¿Otro Haedo?

Otra mañana agitada nos tocó vivir a todos los usuarios del ex-ferrocarril Sarmiento.

A las siete y media ya se avecinaba el caos, el servicio se encontraba interrumpido. Sin embargo, ningún medio reflejaba esta situación y el Sarmiento, según los noticieros de la tele, funcionaba con total normalidad presentando algunos minutos de demora, producto de la creciente demanda que presente el servicio en hora pico.

La estación Morón estaba repleta, las máquinas no expendían boletos, por ende, la entrada era libre y gratuita para presenciar el "espectáculo". Las caras de fastidio se multiplicaban ante la voz del altoparlante que repetía: "...el servicio se encuentra interrumpido sin horario de partida". La paciencia de algunos llegaba al límite luego de esperar media hora sin resultados y se iban. El panorama fuera de la estación no era para nada alentador. Las colas para tomar cualquier colectivo hacia la capital federal eran interminables.

Mientras tanto, comenzaban a circular versiones..."parece que en Castelar estaban cortando las vías los de TBA para pedir aumento y la gente que iba en el tren, cansada de esperar, se enfrentó con ellos y se armó..." Por otro lado, los celulares (objeto infalible en estas situaciones) con sus mensajes de texto nos advierten que ya prendieron un tren fuego y que la policía está reprimiendo. Otro Haedo en puerta, otra vez los mismos perjudicados de siempre: NOSOTROS.

Un tren detenido de la mano contraria a Once varios minutos, hacen que la barrera permanezca baja y se produzca un sinfín de bocinazos. El personal de TBA se encontraba ausente para subsanar dicho inconveniente y pude ver como la gente se bajaba de sus autos a trabar la barrera para poder pasar, con el peligro que esto implicaba.

De pronto, la esperanza. Un tren que viene...pero ¡repleto! y me quedo mirando, esperando y confiando en que pronto se solucionará todo y vendrá ese tren donde me pueda subir...

Los minutos pasan ya son casi las nueve y recién a esa hora, luego de que muchos se fueron en busca de nuevas aventuras, pude subir al tren y, pese a todo, no viajé tan mal.

Cabe destacar, que en ningún momento anunciaban que un tren se encontraba próximo a arribar, por el contrario, insistían en la interrupción del servicio, lo cual me hace pensar lo desinformados que están desde la cabina de comunicaciones frente a cualquier situación de riesgo.

Algunos usuarios, se permitieron ironizar una vez arriba del tren diciendo que el frío intenso y la falta de calefacción en los coches del tren fue lo que hizo a la gente reaccionar y hacer un "fueguito".

En la estación terminal había mas policías que lo acostumbrado y la presencia de la infantería hacía a uno sentir miedo, al notar la tensión en el ambiente. Mi certificado de demora acusa dos horas de retraso y pienso guardarlo para cuando renueve mi abono, ya que por ley tienen que descontarme este viaje, dado que ha superado los cuarenta minutos de retraso.