martes, 14 de agosto de 2007

Agarramos para el lado de los "tomates"

El viajé de hoy con media hora de retraso (debió haber llegado 8:34) pueden imaginarse lo que significó. Calculo que muchos lo deben haber vivenciado y por ello, deben saber lo que significa que se mezcle el olor a humedad, el calor del ambiente y la gente amontonada esperando en cada estación abrirse paso para subir al tren.
Los segundos se volvían pesados, insoportables. La humedad hacía que el aire sea irrespirable y los olores nauseabundos sean varios. Para colmo de males, desde las rejillas de los techos, que supuestamente sirven de ventilación, caían gotas, bah... chorros de agua que se desparramaban en los abrigos de los tantos usuarios desprevenidos ante este calor inimaginable, y lógicamente desprovistos de imaginación para ceer que en Sarmiento hay CANILLA LIBRE y no precisamente de cerveza...o si, pero eso en el furgón (Uds. me entienden).
Yo agradezco haberme encontrado con mi hermana, porque resultó que nuestra charla superó toda la mala sangre que uno se hace en estos casos y nos reímos muchísimo de esta situación super disparatada:
Mi hermana ve como un hombre se agacha y de pronto se empieza reir a carcajadas. Yo no entendía nada, pensaba que el hombre estaba descompuesto. De repente mi hermana, hace un esfuerzo por dejar de reirse, ve mi cara de preocupación y me dice al oído "Se le cayeron los ZAPATOS". Yo pongo una total cara de asombro y le creo. Pienso que es probable que entre el amontonamiento de gente este buen hombre haya perdido sus zapatos.
Como veía que el hombre tardaba ahí abajo, le pregunto a mi hermana que lo tenía más a la vista, si ya los había encontrado ¿?. A lo que mi hermana me responde, con más risas todavía: Es que son un móntón!!!!. Un montón de ZAPATOS??? pregunto yo,
y ella me contestó: NOOOO, un montón de ZA-PA-LLOS!!!! jajaja!!!!
Al parecer el hombre se trasladaba con su bolsa de vegetales (sumamente cotizada, en estos tiempos en que comprar un morrón cuesta un ojo de la cara) y no permitiría bajo ningún concepto que los zapallos se le escurran por el piso del maldito tren y por eso su búsqueda implacable. Lo que no debe saber es que un morrón verde y un paquete de acelga burlaron su búsqueda y quedaron enredadas entre los pies de los cientos de usuarios que embroncados salían hechos una furia del tren, luego de soportar casi 1 hora en ese carromato. Solo muy pocos notaron la presencia de estos vegetales. Les mentiría si les digo que no me tenté de agarrar el morrón...es que está tan caro!!!
Espero la vuelta les haya resultado mejor.
Saludos y Buen Viaje para mañana.

1 comentario:

  1. Que historia tan particular amiga sarmientista!!! no puedo creer que hayas ralatado esta historieta tan disparatada ¡que delirio hermoso! tengo que feliciatrla por dibujar una sonrisa a pesar del mal trago de viajar, si me permite, utilizando sus terminos (abriendo puntos y comillas): "...en ese carromato..." que talento!
    Un abrazo calido para todos... vani

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Gracias por tu mensaje!!! Buen Viaje...

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