El Muñeco de las mil caras

Hace unos meses pasaba un tipo vendiendo, algo así como: EL MUÑECO DE LAS MIL CARAS (Sí, si ese era el nombre jajaja). Prometía ser la diversión de grandes y chicos. Era como de goma y podías transformar la forma de su cara, logrando infinidad de gestos. AL GRANO. LO COMPRÉ. Si, lo compré y ME ENSARTÉ. Como era lógico suponer. O alguien pensaba que de este tren de m....iba a salir algo bueno. El maldito muñeco, era un globo lleno de harina TRUCHISIMO y, obvio, nada que ver con el que exponía con tanto orgullo como modelo. La cara estaba pintada con fibra y, a la hora de intentar lograr una maldita cara, ya estaba todo borrado y sólo veía la sonrisa burlona que quedaba media dibujada, como diciéndome: BOLUDAAAAA...te cagaron....jajaja!!!. Contuve mis ganas de explotar el maldito globo, pero no lo hice porque sencillamente no era mío, ya lo había regalado a una criatura (lógicamente). Debo confesar que el entusiasmo, fue más mío que de ella, quién al mirarlo me dijo: Ah!, el globo con harina.. Y yo pensaba..., si el globo con harina por el que pague como si fuera el muñeco de las mil caras... Ese día prometí no volver a comprar nada en el Sarmiento.